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martes, 17 de abril de 2012

Comparativa: cámaras digitales Canon EOS


Al momento de adquirir una cámara digital Canon – réflex- siempre surgen dudas sobre qué modelo EOS conviene más.

En esta oportunidad compararemos la EOS 60D, la T3i y la nueva 7D.

En líneas generales podemos decir que la Canon 60D representaría una cámara avanzada, de mayor nivel que la cámara de iniciación: Canon T3i; aunque inferior, no obstante, frente al carácter profesional de la Canon 7D.

Comenzando por su diseño físico y materiales de construcción, parecería - a simple vista- que los tres equipos son iguales. Pero, en realidad, la 60D tiene un revestimiento de aluminio y resina de policarbonato, diferente al de la T3i constituida en acero inoxidable. Al tiempo que la 7D disfruta de una aleación de magnesio que la protegen de inclemencias climáticas, brindándole mucha mayor resistencia.

No obstante lo que puede suponerse en base a lo antedicho, la cámara más ligera en peso resulta ser la Canon T3i.

Por otro lado, los tres equipos disponen del excelente sensor CMOS y procesador Digic 4; con la particularidad que el procesador de la 7D es Dual: lo que implica una mayor velocidad de procesado.

Con respecto a la pantalla de los productos, la EOS 7D posee una pantalla fija de tres pulgadas. Mientras que sus pares, disponen de una pantalla también de 3 pulgadas, pero de tipo abatible: volviéndose mucho más versátil tanto su manejo como los resultados de encuadre factibles de obtener.

En la misma línea de cosas, vale decir que la 60D y la 7D cuentan con una pantalla de información en la parte superior para facilitar el control de la toma; prestación de la que carece, en tanto, la T3i.

Pasando a considerar al visor, buenos es decir que en este punto la EOS 7D marca la diferencia con sus hermanas, poniendo en evidencia su profesionalidad. La misma cuenta con una cobertura de visión del 100% absolutamente clara y considerablemente superior a la brindada por la 60D y a la T3i.

Desde el punto de vista del Sistema de Enfoque, las tres cuentan con el mismo de tipo AF. Aunque la 7D toma nuevamente la delantera al ofrecer 19 puntos alternativos, frente a los 9 ofrecidos por la 60D y la T3i.

Y la diferencia entre las tres continúa profundizándose cuando hablamos sobre la posibilidad de efectuar disparos en ráfaga. La 7D ofrece una velocidad de 8fps, frente a los 5,3fps y 3,7fps de la 60D y la T3i respectivamente.

La situación parece, sin embargo, acomodarse cuando entramos a considerar la velocidad de obturación. La EOS 60D y la 7D presentan 1/8000s, a diferencia de la T3i con 1/4000.

El ajuste de balance de blancos, los videos HD y el flash con función inhalámbrica son los mismos en los tres equipos, con el detalle que la 7D dispone de mayores funciones personalizadas. El rango dinámico también es similar en las tres cámaras, aunque un poco mejor también en la 7D, con un negro profundo en las sombras.

Los tres modelos exhiben unos muy buenos resultados entre 100 y 400 ISO; mientras que entre 800 y 1600 los índices de ruido son considerablemente buenos en baja.

En conclusión, la cámara EOS 60D puede caracterizarse como un equipo de una alta precisión y flexibilidad en el autoenfoque. Con una medida de disparo muy elevada recomendada para fotografías deportivas, de naturaleza o de reportaje.

La T3i, por su parte, reúne características que la vuelven muy recomendable para aficionados de la fotografía que no posean abundantes nociones sobre fotografía digital avanzada ni tienen inquietudes en la edición de imagen futura. Con mandos y funciones simples, la T3i se revela como una cámara ideal para fotografías generales, en familia o de iniciación.

Ahora bien, si lo que se busca son prestaciones más avanzadas para encarar una clase de instantánea más especializada, pues la opción recomendada en ese caso es la EOS 7D.


Esperamos haberte podido ayudar con esta comparativa de los equipos. Nos encantaría que vos puedas complementar esta descripción de las cámaras réflex consideradas: ¿Ya usaste algunas de ellas? ¿qué opinión te merecen?


lunes, 2 de abril de 2012

Una foto: cientos de historias

En fechas cercanas al 2 de abril de 1982, el reportero gráfico argentino, - Rafael Wollman - se encontraba en las islas Malvinas para llevar a cabo un informe sobre la vida diaria de los Kelpers en el archipiélago.

El desembarco argentino, por la madrugada, lo sorprendió desarrollando su trabajo; desconociendo que su labor en las islas estaba por cambiar a la de reportero de guerra.

Las fotos de aquel desembarco llegaron rápidamente a la Argentina y dieron vuelta al mundo. Se trataban de las primeras imágenes que se dispondrían sobre la gesta de Malvinas con marines ingleses entregando sus armas rendidos ante las fuerzas de desembarco argentinas.

Las fotografías de Wollman llenaron las primeras planas argentinas y dieron cuerpo a los primeros informes de, por ejemplo, la revista Gente, entre otros magazines.



Con un enfoque muy particular, supo capturar los momento más importantes de aquel día histórico, así como también mostrar la reacción de los habitantes de las islas a la par en que las fuerzas argentinas tomaban posición en Puerto Stanley, ya convertido en Puerto Argentino.

En las fotos de Wollman es posible identificar muchas puntas de hilo, de varios novillos, en los que se resumen historias de cientos de personas: de soldados argentinos e ingleses cruzados por la violencia de las circunstancias, familias involucradas en el conflicto tras los tambores de guerra que se llevaba a sus familiares; cientos de espectadores que miraban atentos, ilusionados, preocupados, consternados (o todo al mismo tiempo) a través de la porción de realidad recortada por la fotografía.

La complejidad del momento político y social que escalaba en aquél 2 de abril del 82, tanto para la Argentina, como para el Reino Unido y el mundo, pudo ser retratado por el trabajo de Wollman. En una época en donde las comunicaciones no habían logrado un desarrollo tan extendido como en el presente; las fotografías de este reportero argentino nos revelan un nuevo ejemplo sobre el poder de la fotografía. Incluso en nuestros días, el mensaje implícito en las imágenes de Wollman, nos siguen invitando a desmenuzarlo.

Reproduciendo en este artículo una de las fotos más famosas de aquel 2 de abril y pensando en el significado que imprimió en las conciencias de los espectadores de la época, nos proponemos reflexionar – ahora- con la misma imagen; desde la libertad y la memoria que la fotografía siempre inspira (como el arte que también representa) y desde la perspectiva que nos regalan los años, sobre aquel momento tan presente todavía en el sentir de los argentinos.

Una fotografía: cientos de historias.