
El mismo informe de CEETA indica que tanto las mujeres como los adolescentes aparecen como más propensos a padecer el síndrome de nomofobia debido, principalmente, a una mayor ansiedad en sus actividades diarias, vidas más sobre exigidas y diferentes roles a asumir.
Los especialistas recomiendan para hacer frente - y a su vez evitar la nomofobia - aprender a controlarse, al tiempo de saber alejarse temporal y gradualmente del teléfono celular. Ya pensando en los padres, la sugerencia sería evitar que los hijos tengan conexión a la red desde sus habitaciones y fijar tentativos horarios para el uso de aquellas tecnologías.
En definitiva, la clave parece estar en la asociación de las tecnologías móviles a nuestras vidas, a nuestras necesidades, y no viceversa. Tecnologías en vistas a la felicidad y la practicidad en la vida de las personas: tecnología para mejorar nuestro estilo de vida.
Y vos, ¿Qué opinas?
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