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lunes, 30 de julio de 2012

Cambiando de cámara digital: el paso hacia una réflex


A medida que se avanza con la fotografía, descubrimos los beneficios de tener más de una cámara y de ampliar nuestro actual equipo. Los modelos réflex pueden ser un salto interesante para dar en nuestra experiencia sobre fotografía digital.


Una cámara réflex le debe su esencia, particularmente,  a las características de un espejo que incorpora para que el visor óptico pueda ver la misma imagen que el objetivo. Básicamente, se trata de un espejo inclinado localizado atrás de la lente, que permite enviar la luz que absorbe hacia un pentaprisma hallado en la parte superior del cuerpo del producto que invierte la imagen.

Este espejo se eleva levemente luego de la toma para que la luz llegue al sensor.



Entre los modelos disponibles en el merado, son factibles de hallar las de tipo DSLR (Digital Single Lens Réflex), las DSLT (Digital Single Lens Translucent) y las EVIL (Eletronic Viewfinder Interchangeable Lens).


La particularidad de los DSLT es que en estos el espejo (semitransparente) no se eleva al momento de hacer la toma; sino que permanece en su sitio y deja pasar al sensor  un 70% de la luz que le llega, mientras que el otro 30% lo desvía hacia otro sensor dedicado al enfoque. Esto permite una mayor rapidez a la hora de hacer una toma así como también agiliza el enfoque automático y la toma en ráfaga.


La característica principal que marca a una cámara réflex es el visor óptico; al margen que el Live View o visión directa se ha convertido también en una alternativa de las réflex a la hora de componer. El uso de esta función le permite al usuario utilizar métodos de enfoque alternativos y ofrecer niveles o guías que ayudan a componer la toma.


Los nuevos usos de la pantalla LCD de las réflex, asociados al modo de captura, aportan valor a nuestro dispositivo; favoreciendo la incorporación de monitores giratorios que aumentan significativamente el punto de vista. Los más recomendados por su practicidad resultan ser los abatibles que giran primero a la izquierda y luego en su propio eje.


Por otro lado, los modelos réflex han optimizado el ruido, la nitidez, el enfoque y la velocidad de sus procesos para incluir también filtros creativos y panorámicas en 3D.


En lo que a ISO respecta, cualquiera de las últimas réflex en el mercado responden satisfactoriamente a 3200 ISO; y permiten lograr resultados bastante aceptables a 12.800. Este dato de ajuste de la ISO es muy interesante al combinarse con el HDR; una función que puede cambiar completamente el resultado último de una escena.




Conociendo algunos detalles más sobre las cámaras digitales réflex, tal vez ya estemos en condiciones de evaluar seriamente un cambio superador en nuestra cámara, ¿vos qué crees?

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