La Boda Real en las redes sociales.

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Tras los preparativos de la Boda Real entre el príncipe Williams y Kate Middleton en el Reino Unido, la Tecnología se ha convertido en la gran protagonista del evento; ¿por qué?, pues porque será la primera vez que una boda real será transmitida por Internet en tiempo real. Más de dos mil millones de personas la seguirán en todo el mundo.

Aunque la actual Reina de Gran Bretaña haya sido catalogada como la pionera en la utilización de internet durante su gobierno, por haber mandado el primer mail desde el Palacio de Buckingham; fue el actual príncipe Williams y su futura esposa quienes decidieron difundir todos los preparativos de la boda por Facebook y Twitter, ampliando de esta forma su popularidad y la expectativa generada alrededor de la unión matrimonial.

Tras la crisis económica que afecta a la sociedad inglesa, la popularidad y hasta la razón de ser de la monarquía británica se venía poniendo en cuestión por su despilfarro y suntuosidad.

No obstante, la boda del hijo primogénito de la Princesa Diana, con toda la popularidad que enmarca su imagen, más allá de recrudecer las críticas sobre los grandes gastos que se producen desde la Corona; también implica un momento de júbilo (tal vez pasajero) para la sociedad inglesa, que se reúne a través de las figura míticas de sus gobernantes como reflejos del poder histórico y cultural de aquel país monárquico.

Sabiendo de todas las implicancias que se encolan tras la simbología emanada por la Boda, toda la familia real comprendió que el mostrarse activa dentro de las redes sociales, puede producir un acercamiento mucho más “personal” con sus súbditos; siendo una maniobra también interesante para mejorar la deteriorada imagen de la realeza inglesa dentro de su reino desde 1997.

De esta forma, el canal que posee el Palacio en YouTube ya transmite los preparativos de la boda; así como también ha habilitado un “libro” para la recepción de mensajes de felicitaciones para los novios.

La tecnología de a las redes sociales, entonces, ha penetrado los gruesos muros de Buckingham junto con su tradicionalismo ingles; de tal forma que ha permitido acercar a los herederos al trono de Gran Bretaña, con todo su pueblo.